DE CORAZÓN A CORAZÓN
Comparto mi misión
Es fabuloso poder crecer, avanzar y finalmente llegar a donde nos hemos permitido soñar. Si bien es cierto que somos seres individuales atendiendo llamados personales, también tenemos otras responsabilidades. Una de ellas es con nuestras comunidades.
¿De qué le sirve a un jardinero tener las flores más hermosas en su terreno si no tiene con quien compartirlas? ¿O a un cocinero tener la más maravillosa receta si no hay quien se la pruebe? Formamos parte de un ecosistema en el que cada pieza juega un papel fundamental, y la unión consciente y positiva de cada una de ellas es lo que permite que formemos una gran sociedad. Es una Ley Universal.
La Ley del Dar y Recibir está basada en nuestra disposición de dar de aquello que buscamos, a fin de mantener la abundancia del universo circulando. Yo creo profundamente en el AMOR INCONDICIONAL, ese que da sin esperar.
Esta parte de los frutos cosechados tiene un carácter meramente filantrópico que será utilizado con los siguientes fines:
- Informar y crear conciencia sobre el consumo de drogas.
- Empoderar a la Mujer.
- Contribuir con la educación en países subdesarrollados.
El dinero es un símbolo de la energía que intercambiamos y usamos como resultado del servicio que damos. A fin de que esta energía siga fluyendo libremente, pongo mi intención fervientemente en la evolución de otros individuos y sociedades, participando activamente en el desarrollo de causas en las que creo firmemente.
De corazón a corazón comparto mi granito de arena como parte de mi misión en hacer del mundo un lugar mejor. Es ocupándonos y no preocupándonos que hacemos la diferencia.